Las prácticas inadecuadas de manipulación de alimentos y de higiene de los recipientes pueden tener repercusiones negativas para la salud tanto de los propietarios como de las mascotas.
Este estudio se diseñó para investigar los hábitos de alimentación de los propietarios de perros y evaluar el impacto de los protocolos de higiene de la Asociación de Alimentos y Medicamentos (FDA) en la contaminación de los cuencos de comida de los perros.
Se recogieron datos sobre la alimentación de las mascotas y la higiene de los boles de comida a partir de 417 encuestas a propietarios de perros y 68 hisopos tomados de los recipientes. Se realizaron recuentos de placas aeróbicas totales (CPA) en 68 recipientes y se asignaron aleatoriamente al Grupo A (directrices de la FDA sobre la manipulación de alimentos para mascotas y la higiene de los cuencos), al Grupo B (directrices de la FDA sobre la manipulación de alimentos para mascotas y humanos y la higiene de los recipientes), o al Grupo C (sin directrices).
Los protocolos de higiene se aplicaron en los hogares durante una semana, seguido de un segundo CPA y una encuesta de seguimiento. La encuesta realizada a los propietarios de perros en sus hogares indicó que:
- El 4,7 % conocía las directrices sobre la manipulación de alimentos para mascotas y la higiene de los recipientes.
- El 36 % convivía con menores de 13 años y/o inmunodeprimidos.
- El 43 % almacenaba los alimentos de los perros a una distancia de entre 0 y 5 pies de los alimentos para humanos.
- El 34 % se lavaba las manos después de darles de comer.
- El 33 % preparaba los alimentos para perros en superficies de preparación de alimentos para humanos.
Los protocolos de higiene seguidos por los grupos A y B dieron lugar a disminuciones significativas de las CPA del plato de comida, en comparación con el grupo C. El lavado con agua caliente (>71,1°C) disminuyó las CPA respecto al agua fría. En la encuesta de seguimiento, el 8 % de los encuestados de los grupos A y B declararon que era probable que se adhirieran a los protocolos a largo plazo.
Este estudio sugiere la necesidad de educar sobre la manipulación de alimentos para mascotas y la higiene de los recipientes para minimizar la contaminación bacteriana, especialmente para las poblaciones de alto riesgo.