La gingivitis es la inflamación en la mucosa oral, lingual o zona orofaríngea. Dependiendo del grado de la enfermedad, se observarán úlceras o zonas proliferativas en la mucosa oral, sialorrea y dificultades para comer o beber. Si se le deja avanzar, la gingivitis puede conducir a la pérdida de dientes en el perro. Puede llegar a ser una afección muy dolorosa, además de una de las enfermedades periodontales más comunes.
Las causas de la gingivitis en perros
Las distintas etiologías que se pueden encontrar en gingivitis en perros son:
- Enfermedad periodontal. Es la causa más habitual, como consecuencia de la acumulación de sarro que favorece la infección bacteriana.
- Secundaria a una enfermedad sistémica, como diabetes mellitus, estados de inmunosupresión o malnutrición.
- Por administración prolongada de corticosteroides.
- Contacto con agentes químicos o físicos. En perros es típico el contacto con la oruga procesionaria, que resulta muy dañina para cualquier tejido que toque. También puede darse al alojarse cuerpos extraños en la boca o al entrar en contacto con sustancias cáusticas.
- Enfermedad autoinmunitaria
- Enfermedad vírica, como el calicivirus, el herpesvirus o el moquillo.
- Enfermedades hiperplásicas o neoplásicas, como la hiperplasia gingival, épulis, papilomatosis oral, granuloma eosinofílico o neoplasias malignas.
El tratamiento y el pronóstico dependen de la etiología
En el caso más común, cuando la gingivitis en perro se debe a una enfermedad periodontal, la limpieza dental será la herramienta esencial. De esta forma se elimina la placa y el sarro, que es origen de infección o sobreinfección bacteriana. Es recomendable utilizar un tratamiento antibiótico previo para disminuir la carga de gérmenes que pueden inocularse en las microabrasiones que se producirán durante la limpieza.
Aunque se suelen resolver solas con el paso del tiempo, si la infección que causa la gingivitis es vírica, también pueden utilizarse antibióticos para evitar una sobreinfección bacteriana.
En caso que la gingivitis del perro (para leer sobre la gingivitis en gatos aquí) se presente relacionada con una lesión, se tratará únicamente la inflamación. Desaparecerá junto con la causa del daño en el tejido, la retirada del cuerpo extraño o cuando cicatrice la lesión. Se valorará el uso de antibióticos para evitar la infección secundaria.
Si la gingivitis se debe a una enfermedad subyacente, el control y tratamiento de esta enfermedad será la clave para disminuir la inflamación periodontal. En ocasiones puede ser necesario el uso de corticoides.
La limpieza dental siempre es una buena herramienta para eliminar la placa y el sarro que pueden ser el origen de infecciones o sobreinfecciones bacterianas, aunque en casos de infección avanzada es preferible realizar un tratamiento antibiótico previo. Por otro lado, la pérdida o extracción de los dientes en casos extremos, disminuye la inflamación y soluciona espontáneamente la gingivitis en perros en la mayoría de los casos.
Cuando no hay una enfermedad sistémica grave o crónica, la gingivitis suele tener un buen pronóstico con el tratamiento adecuado. No obstante, tanto o más importante que el tratamiento a tiempo, es la prevención. La gingivitis en perros puede prevenirse en la mayoría de los casos mediante una correcta higiene dental del perro, cepillando sus dientes con productos específicos al menos una vez cada 2 días. También resultan de utilidad el uso de snacks dentales y juguetes, así como las limpiezas periódicas en el veterinario.