La atrofia retiniana progresiva (ARP), una enfermedad hereditaria que causa ceguera en perros, ha sido un desafío significativo para los veterinarios y criadores. Sin embargo, un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge ha dado un paso crucial hacia la erradicación de esta enfermedad en pastores ingleses al identificar la mutación genética responsable y desarrollar una prueba de ADN para su detección.
La ARP es una enfermedad degenerativa que afecta las células sensibles a la luz en la retina de los perros. Los animales afectados nacen con visión normal, pero gradualmente pierden la vista, quedando completamente ciegos alrededor de los cuatro o cinco años. Hasta ahora, no existía tratamiento alguno para esta condición, lo que dificultaba enormemente la gestión y prevención de la enfermedad en poblaciones caninas.
Un avance científico y genético
El equipo liderado por la Universidad de Cambridge ha logrado identificar la mutación genética recesiva que causa la ARP en perros Pastor inglés. Este descubrimiento ha permitido desarrollar una prueba de ADN que puede detectar la presencia de la mutación en perros aparentemente sanos. Con esta herramienta, los criadores pueden identificar a los portadores de la mutación antes de que muestren síntomas, permitiendo tomar decisiones informadas para evitar la transmisión de la enfermedad a futuras generaciones.
El uso de la prueba de ADN facilita a los criadores la eliminación de la ARP en la población de perros pastor inglés. Al identificar a los portadores de la mutación, se puede evitar la cría de dos portadores, lo que reduciría drásticamente la incidencia de ARP. Este avance representa una gran esperanza para mejorar la salud y el bienestar de esta raza.
Investigación con impacto global
La investigación comenzó cuando un propietario preocupado contactó al equipo de Cambridge tras el diagnóstico de ARP en su perro pastor inglés, un animal de búsqueda y rescate. La secuenciación del genoma completo de varios perros con y sin ARP permitió identificar la mutación responsable. Este descubrimiento es solo uno de los 33 logrados por el equipo, de los cuales 23 están relacionados con enfermedades oculares.
“Una vez que la vista del perro comienza a fallar, no hay tratamiento; terminará totalmente ciego,” explica Katherine Stanbury, investigadora del Departamento de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cambridge y primera autora del informe. “Ahora que tenemos una prueba de ADN, no hay razón para que otro perro pastor inglés nazca con esta forma de atrofia retiniana progresiva; brinda a los criadores una forma de eliminar totalmente la enfermedad», añade.
Al alcance de todos
El equipo ofrece un servicio comercial de pruebas genéticas caninas que proporciona pruebas de ADN a criadores de perros para ayudarles a evitar criar perros que desarrollen enfermedades hereditarias. Como parte de esto, ahora ofrecerán una prueba de ADN para la atrofia retiniana progresiva en pastores ingleses. “Un propietario no necesariamente notará que su perro tiene algún problema con sus ojos hasta que comience a chocar con los muebles. A diferencia de los humanos, que hablarán si su vista no está bien, los perros simplemente tienen que lidiar con ello,” apunta la doctora Cathryn Mellersh, del Departamento de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cambridge y autora principal del informe.
“Por el precio de una buena bolsa de comida para perros, la gente ahora puede hacer que su pastor inglés sea examinado para detectar la atrofia retiniana progresiva antes de la cría. Se trata de prevención, más que de cura, y significa mucho para las personas que crían estos perros. Ya no necesitan preocuparse sobre si los cachorros serán saludables o desarrollarán esta horrible enfermedad en unos años”, termina.